Interés general
La enfermedad renal crónica produce aumento del fósforo en sangre
Una alimentación controlada en fósforo mejora la expectativa y calidad de vida.
En la Argentina, una de cada ocho personas padece algún grado de enfermedad renal crónica (ERC) a raíz del envejecimiento de la población, las crecientes tasas de obesidad, a la diabetes mellitus y a la hipertensión arterial, según explican desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
Así unas 30 mil personas se encuentran bajo un tratamiento de diálisis debido al aumento de los valores de fósforo en la sangre que ocasionan la ERC. “En condiciones normales, el riñón elimina el excedente del fósforo que se encuentra en la sangre, cuando su función está alterada, el fósforo comienza a acumularse, desarrollando así la hiperfosfatemia, la cual genera complicaciones a nivel óseo y del corazón”, explica el licenciado en Nutrición Juan Cruz Pourtau (MP 4256) del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
Puntualmente, la ERC es la reducción lenta, progresiva e irreversible de la filtración glomerular -caracterizada por episodios recurrentes de sangre en la orina-, que se asocia, a medida que avanza, a la pérdida de las funciones ejercidas por el riñón.
“Se estima que entre el 30 y el 50% de las personas con diálisis superan los niveles de fósforo en sangre recomendados”, explica la licenciada en Nutrición Ingrid Karpenko (MP 1696) del Colegio de Nutricionista de la Provincia de Buenos Aires. Y agrega: “el fósforo es un mineral presente en los alimentos que cumple funciones esenciales en nuestro organismo, pero su exceso en la sangre puede traer complicaciones para la salud”.
El Grupo de Estudio de Nutrición y Riñón del Colegio de Nutricionistas de la provincia de Buenos Aires alerta sobre “la alta prevalencia de fósforo en personas con tratamiento sustitutivo de la función renal mediante hemodiálisis ya que el consumo es cada vez mayor debido al incremento del consumo de productos ultraprocesados que contienen múltiples aditivos ricos en fósforo”.
“Una alimentación saludable, controlada, evita seguir ingiriendo ese fósforo extra que luego no podrá ser excretado correctamente, por lo que una alimentación controlada mejora la expectativa y calidad de vida de las personas en tratamientos de diálisis”, sentencia Pourtau.
Asimismo, destacan la importancia del rol del licenciado en nutrición matriculado dentro del equipo interdisciplinario para el abordaje de la problemática porque el manejo nutricional es uno de los pilares del tratamiento.
Desde el Colegio advierten que la hiperfosfatemia es un componente crítico de la enfermedad mineral y ósea que aumenta el riesgo de fracturas y osteoporosis, y se asocia con una mayor mortalidad cardio vascular en este grupo de pacientes.
Recomendaciones:
-Mantener una alimentación en base a alimentos naturales como vegetales, frutas, cereales integrales, legumbres, carnes.
– Preparar alimentos en el hogar. Preferir la comida casera.
-Reducir el consumo de ultraprocesados cárnicos como fiambres, embutidos, hamburguesas industriales y salchichas, y otros productos que presenten aditivos que contengan fósforo.
– Elegir agua como fuente de líquido, evitar gaseosas.
– Consultar a un licenciado en Nutrición matriculado para individualizar las recomendaciones y acompañar los cambios de hábitos alimentarios.