Región
“La abogacía talla en nuestra vida personal y en el trabajo colectivo que realizamos en las instituciones a las que pertenecemos”
Entrevista al Dr. Gastón Argeri, presidente del Colegio de Abogados del Departamento Judicial de Azul con motivo de celebrarse este sábado 29 de agosto el Día del Abogado
El 29 de agosto se celebra el Día del Abogado. En esta entrevista, el Dr. Gastón Argeri, presidente del
Colegio de Abogados Departamental, se refiere al presente profesional, en este contexto inédito que inauguró
la pandemia de Covid 19 y al trabajo permanente que, desde el Colegio, se lleva a cabo para acompañar a
todos sus matriculados y matriculadas.
¿Cuáles son los desafíos que planteó este contexto inédito, a los profesionales del Derecho?
Claramente, uno de los principales desafíos que planteó este contexto fue la adaptación sobre los usos de medios digitales, tanto para la comunicación en el ámbito personal como en el laboral e institucional, mediante múltiples plataformas, entre ellas, Zoom, Whatsapp, Microsoft Team, Google Meet y Jit Si, entre otras.
En el ámbito laboral, las abogadas y abogados comenzaron a atender a los clientes de forma virtual, mediante diferentes medios virtuales al que pudieran acceder; entre profesionales y los órganos judiciales, asistimos a la innovación de las audiencias mediante plataforma por Microsoft Team y a la utilización del expediente en formato digital, lo que en su mayoría provocó una unificación de criterios y la celeridad procesal desde diferentes miradas, permitiendo avanzar en los procesos judiciales. De todos modos, aún falta un largo camino por recorrer en esta dirección, tendiente a garantizar un verdadero acceso a la justicia de todas las ciudadanas y ciudadanos.
Si bien este cambio tecnológico ya venía sucediendo desde hace varios años -principalmente en la forma de
comunicarse entre los más jóvenes que nacieron en esta era- para el resto implica actualizarse y aggiornarse en el uso de la tecnología, para hacer un uso correcto de los avances incorporados, lo cual conlleva un esfuerzo enorme ante estos cambios por parte de todos los y las matriculadas, sin dejar de perder de vista que estos cambios considerables deben darse en un tiempo razonable. Pero a raíz de la pandemia, el cambio fue abrupto. Tuvimos que capacitarnos en tiempo récord a esta modalidad, si pretendíamos seguir comunicados con nuestros allegados y, en el caso de nuestra profesión, con nuestros clientes y colegas, con el fin de seguir ejerciendo la defensa y asesoramiento jurídico.
Los procesos judiciales no pueden detenerse a raíz de la pandemia, porque las cuestiones de alimentos para los hijos, régimen de comunicación, divorcios, hechos delictivos, despedidos o problemas con organismos públicos o privados se siguen suscitando y hasta, en algunas clases de conflictos, acentuando, como sucede en momentos de crisis. Y es ahí cuando más se necesita de las abogadas y abogados que interpreten este contexto y una justicia dispuesta a conciliar y/o resolver en estos conflictos, sin dilaciones.
Dicho esto, y si bien todo los avances que trae la tecnología son muy positivos, el otro desafío que trae esta gran herramienta es el de mantener la calidad en el servicio de la profesión y mantener la ética y el respeto hacia nuestros colegas y la comunidad, por eso es constante la presencia del Colegio de Abogados Departamental, garantizando que esta mayor flexibilización en los medios de comunicación sea utilizada con la responsabilidad que ello implica.
Refiriéndonos a la presencia institucional del CAA, ¿cómo se configuraron esos nuevos espacios de participación y encuentro?
El Colegio de Abogados Departamental en todo momento mantuvo su funcionamiento y acompañó a los y las matriculadas, ya sea de manera remota en los primeros momentos de cuarentena estricta -para cuidar la salud de todo el personal administrativo, abogadas y abogados en todas las localidades- como de manera presencial y con turnos en muchos casos, como se viene haciendo desde el 13 de julio.
Este proceso de modernización y digitalización también fue impulsado desde la actual gestión, desde el interior del Colegio, entendiendo que desde hace unos años, la tecnología y la informática se hicieron cada vez más indispensables en las comunicaciones. Bregamos constantemente por un Colegio de Abogados verdaderamente departamental y con llegada real a los 11 partidos con sus respectivas localidades.
Desde la instauración del ASPO, se fueron realizando cursos, capacitaciones, charlas y reuniones de institutos
y comisiones, mediante la plataforma más utilizada en la actualidad y en el caso particular de nuestra institución vía streaming para, justamente, cumplir con el desafío de mantener una calidad de profesionales, preparados y ajustados a la realidad actual.
A su vez, las diferentes comisiones e institutos continuaron reuniéndose también de manera remota, manteniendo el diálogo entre colegas, colaborando a superar estas situaciones que se iban presentando, de la
mejor manera posible y -lo más importante- de manera conjunta.
Este presente de la abogacía, ¿qué futuro abona y qué universo se avizora, tras el paso de una crisis que cambió la forma de pensarse como profesionales, a nivel mundial?
La pandemia dejo algo muy claro: nadie se salva solo. Hay que construir la unidad en su conjunto y a la unión en todos los aspectos de la vida: como país, como familia, con el grupo de amigos y con nuestros colegas, repensándose en primer lugar qué personas seremos de acá en adelante y cómo seremos, luego, como abogados y abogadas, trabajando en conjunto y no de manera aislada, teniendo una mirada social y humanista, con una clara perspectiva de género. A partir de entonces veremos y nos daremos cuenta de que en una situación como la vivida no se distinguen fronteras, clase sociales, edad, género, etc.
La única forma es el trabajo en equipo y no individualmente; como diría Aristóteles, el ser humano es un ser social por naturaleza.
¿Cuáles son los postulados que ratifican el compromiso profesional y que siempre se deben poner el valor, aún en escenarios complejos como el actual?
El valor absoluto y supremo al que debemos apuntar como siempre es el de justicia, es el valor sobre el que deben basarse todos los otros principios y valores, por lo menos en lo que respecta al ejercicio profesional de la abogacía y sobre todo en momentos como los que estamos viviendo, en donde producto de la desesperación e incertidumbre se llega a situaciones tan desiguales y se ponen en crisis valores de la sociedad, generando cada vez más conflicto entre pares.
En este contexto, el compromiso de la profesión siempre con el valor de buena fe y lealtad como bandera en el ejercicio es vital, de esta manera trabajamos en la búsqueda de soluciones para los problemas y conflictos que se van suscitando en un contexto donde hay cada vez más situaciones de desigualdad, angustias, depresión, cansancio físico y psíquico.
29 de agosto: Día del Abogado
“Nos toca celebrar nuestro día puertas adentro. Por el bien de cada abogada y abogado, sus familias, y el bien colectivo. Una pandemia planetaria y sin precedentes puso en jaque el mundo que conocíamos hasta marzo: impuso nuevas agendas a los Estados, instituciones y comunidades. Nos obligó a redefinir las estrategias de comunicación, trabajo y gestión.
En este contexto, con sus singularidades e incumbencias profesionales, la abogacía es de vital importancia: este nuevo y complejo escenario ha puesto en juego muchísimos derechos, y las abogadas y abogados somos idóneos en esas áreas. Por eso somos esenciales, por eso es vital mantenernos conectados y en permanente diálogo.
Desde el inicio de la cuarentena, hemos registrado cifras récord de matriculados y matriculadas convocados vía streaming, a las conferencias y capacitaciones virtuales que vinieron a reparar, de algún modo, una presencialidad hoy incierta.
Como sucedió en otros órdenes de la sociedad, la llamada “nueva normalidad” nos planteó otros desafíos que,
con el esfuerzo conjunto, se transformaron en soluciones institucionales para todos los colegiados y colegiadas del Colegio de Abogados Departamental. Fueron y son muchas las estrategias que nos dimos para acompañarlos día a día, de manera gratuita, en el vasto territorio departamental, en todas las localidades de los once partidos que lo componen.
Con mucho trabajo y a conciencia del sendero que sembrábamos, nos hemos convertido en un Colegio de Abogados que brinda casi todos sus servicios de manera totalmente virtual.
La abogacía es nuestra profesión pero, sobre todo, nuestra vocación: una profesión que talla el desarrollo de la
trayectoria personal y también un camino colectivo desde las instituciones a las que pertenecemos y representamos. Vocación permanente por resignificar nuestro perfil cada vez que la comunidad lo requiera, es decir, interpretar cada transformación del Derecho y la Justicia como una responsabilidad profesional ineludible y cotidiana, desde nuestros saberes y experiencias.
Asumirnos esenciales en la defensa del Derecho, de la Libertad y la Justicia y en el respeto de las libertades
individuales y colectivas es nuestra responsabilidad y nuestra razón de ser y ejercer.
Feliz día a todos y todas las abogadas y abogados del Colegio de Abogados del Departamento Judicial de Azul.”