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1986: en México, de la mano de Diego y para la eternidad
La segunda Copa del Mundo para la Selección Argentina llegó en 1986. Con Diego Armando Maradona como capitán y figura, el conjunto nacional finalizó invicto en el certamen y gritó campeón en tierra azteca.
Un brillante campeón. Un equipo que supo conjugar a la perfección la técnica y la entrega. Un conjunto muy ordenado tácticamente. Un plantel con jugadores de la talla de Nery Pumpido, Oscar Ruggeri, Jorge Burruchaga, Sergio Batista y Jorge Valdano. Una Selección que contaba -nada más ni nada menos- que con Diego Maradona, emblema de la Argentina y del fútbol mundial, quien a partir de su zurda guió al conjunto nacional para alcanzar la gloria por segunda vez en su historia.
El equipo dirigido por Carlos Bilardo debutó en el certamen ante Corea del Sur, a quien derrotó 3-1 con dos tantos de Valdano y otro de Ruggeri. El siguiente encuentro, ante Italia, el último campeón, se presentaba como una prueba de fuego para Argentina. A pesar de arrancar perdiendo, logró igualar el partido con un brillante gol de Maradona (una de las tantas genialidades con las que sorprendió a todos en aquel Mundial). Luego, tras vencer 2-0 a Bulgaria (Valdano y Burruchaga), consiguió el pase a la siguiente ronda.
En octavos de final derrotó 1-0 a Uruguay con un gol de Pedro Pasculli. En la siguiente instancia esperaba Inglaterra. En aquel encuentro, disputado en el estadio Azteca, Maradona tuvo un rendimiento sobresaliente y marcó dos tantos que quedaron para siempre en la galería principal de la historia del fútbol. El primero, conocido como ‘La mano de Dios’ y, el segundo, tras despegar en su propio campo y eludir a cinco jugadores y al arquero, llamado por muchos como ‘el gol del Siglo’. Tres días después, esta vez ante Bélgica, Diego volvió a tener una actuación descollante: con dos goles suyos, Argentina se quedó con la victoria por 2-0 y accedió a la final.
En el estadio Azteca, el 29 de junio, se disputó la histórica final. A los 23 minutos del primer tiempo, con un cabezazo, José Luis Brown marcó el primer tanto para Argentina. En la segunda mitad, Valdano convirtió el 2-0 pero, para sorpresa de todos, Alemania logró igualar el partido con tantos de Rummenigge y Völler. El conjunto nacional, lejos de verse afectado en su rendimiento tras el empate, fue en busca de la victoria. Así, a los 83 minutos, luego de una asistencia de Maradona, Burruchaga protagonizó una épica corrida, y, tras la salida del arquero Harald Schumacher, definió al primer palo para darle su segundo Mundial a la Selección.
Durante los festejos sobró emoción. Los jugadores, en el campo de juego, celebraron la histórica conquista. La imagen de Maradona, besando la Copa del Mundo, quedará para siempre en la memoria de todos.