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Coronavirus: Relato lapridense de los fuertes controles en China

Evaristo Pereyra emigró con un contrato por seis meses, primero en Hong Kong y luego en la ciudad de Guangzhou. Su arribo no fue como esperaba: le tomaron seis veces la temperatura, le hicieron un hisopado y lo aislaron en un habitación. Cómo es la vida hoy en el gigante asiático donde comenzó la pandemia del Covid-19

Hace hoy exactamente seis días que Evaristo Pereyra llegó a China. Decidió emigrar para ampliar su carrera profesional como modelo. Pero también para viajar y conocer otras culturas y gente.

La propuesta de trabajo de la reconocida agencia Quest models, con un contrato de seis meses, vino antes que se desatara la emergencia de salud en el país asiático, sin vislumbrar la pandemia mundial.

Evaristo (21) tiene varios años en el medio. Hizo producciones para grandes marcas europeas como Armani, desfiló en alta costura, e inclusive protagonizó la última editorial de la revista Harper’s Bazaar. Tambien pasó por Filipinas, Hong Kong y Milán donde fue una de las caras de Wanda Nara Cosmetics de Wanda Nara.

Listo para su nuevo destino, el modelo se despidió de sus amigos y familia -en Laprida, provincia de Buenos Aires- e hizo las valijas para emprender este nueva etapa. Pasó un mes en Hong Kong, que cuando comenzó la epidemia en Wuhan, cerró todas sus fronteras con China. Barbijos, lavado de manos y controles fueron suficientes.

Luego llegó el viaje a China. Y el recibimiento en el gigante asiático, obviamente, no fue como lo había imaginado. La OMS había declarado la pandemia, mientras China aseguraba que desde hacía días no tenía nuevos contagios.

“El viaje desde Hong Kong hasta la ciudad de Shenzhen transcurrió normalmente. Una vez que pasé por migraciones, en la salida me esperaba el transporte de la agencia de modelos, sin embargo, no pude tomarlo”, le cuenta a Infobae, desde Guangzhou, al noreste de Hong Kong.

Cuando estaba listo para salir a encontrarse con el conductor, el personal del aeropuerto le exigió que se sometiera a un estricto control sanitario. “Lo primero que hicieron fue interrogarme: a dónde iba, a qué iba, en qué ciudad iba a estar, por cuánto tiempo y si había estado en otra ciudad que no fuera Hong Kong en los últimos 14 días”, describió. Y agregó que el protocolo allí incluía la firma de una declaración jurada, y seis mediciones de la temperatura con termómetros digitales. Todo el proceso se extendió durante cuatro horas.

En ese momento, Evaristo pensó que el periplo había concluido y podría seguir su camino hasta Guangzhou, sin embargo tuvo que hacerse un chequeo médico que incluía hisopado para descartar Covid-19. “A los todos los pasajeros nos trasladaron en una combi -manteniendo la distancia social- hacia un hotel”. Lo llamativo fue que cada viajero debía pagar la estadía.

 

Una vez que le encontraron una habitación disponible, el joven quedó aislado por casi 24 horas. “Cerca del mediodía me dieron el alta y pude dejar el lugar para ir a mi nuevo hogar”.

En sus primeros días en la ciudad se instaló en un departamento en la zona comercial y empezó con su rutina laboral de castings y producciones de alta costura. “Cada vez que entro y salgo del edificio me toman la temperatura”.

 

Tras un inicio caótico, China invirtió en unas semanas la curva de contagio del nuevo coronavirus y llegó el pasado jueves a no registrar ningún nuevo caso de origen local. Sin embargo, la población continúa respetando el distanciamiento social y tomando los recaudos necesarios. “Siguen usando mascarillas, alcohol en gel y no se olvidan el lavado de manos”.

Es posible circular por la calles, aunque las autoridades aconsejan no aglomerarse. Por el momento algunos lugares como los gimnasios, los bares y los boliches, permanecen cerrados. “Si querés salir de tu casa podés hacerlo tranquilamente. Para entrar al supermercado te toman la temperatura, pero no hay un límite de gente para ingresar al lugar”.

 

Algunos lugares concurridos, como son los restaurantes de comidas rápidas, imponen una norma: para sentarte es necesario completar una planilla con los datos personales y tomarse la temperatura. Si la comida es para llevar, se hace la cola manteniendo la distancia social.

Evaristo usa el transporte público que está en funcionamiento, sin problemas pero con recaudos: “Trenes, subtes y todo transporte sigue circulando y ya recuperó la frecuencia habitual, aunque no hay tanta gente como solía haber”.

Autora: cotano@infobae.com

Publicación: Infobae.com

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