Interés general

EL RECUERDO DE ATAHUALPA YUPANQUI POR 9 AÑO CONSECUTIVO

Como en cada verano, artistas lapridenses lo recuerdan con un cálido homenaje.

En el Centro Complementario N° 801 se realizó por noveno año consecutivo, en la noche del viernes un cálido homenaje a Atahualpa Yupanqui, al celebrarse un año más de su natalicio.

El mismo fue coordinado por el músico y profesor Jorge Raily e impulsado por el Gobierno Municipal a través de la Dirección de Cultura del Gobierno Municipal.   Estuvieron presentes en este homenaje formando parte del evento: Malón Danza, Sergio Mendía, Alberto Loos, Beatriz Sosa, María Reily, Agustina Reily, Fernando Valicenti, Miguel Colantonio, José Dascón, Adrián Risueño, Elba Colo, Diego Martínez, Nicolás López, Juliana Actis, Reynaldo García, Andrés Casenave, Milton Blanco, Susana Molina, en una noche donde unieron sus lazos para celebrar este sentido homenaje, la música, la danza, el recitado, la poesía, la fotografía.

En la apertura, la Directora de Cultura, María Alejandra Casemayor destacó la obra fundamental de Yupanqui a través de la idea de Jorge Rayli y sus amigos y agradeció al CEC 801 por ceder su espacio.

Por su parte Rayli destacó el apoyo de los amigos «que siempre están presentes, a la familia y en cuanto a Atahualpa es uno de los elegidos como la madre tierra para transmitir su canto» decía en el inicio.

ATAHUALPA YUPANQUI

Nacido como Héctor Roberto Chavero, en Campo de la Cruz, partido de Pergamino el 31 de enero de 1908, Atahualpa Yupanqui, fue un guitarrista, escritor, poeta y cantor; incomparable. Murió en Nimes, Francia, el 23 de mayo de 1992.

A 111 años de su nacimiento, desde nuestra ciudad, un homenaje, a un grande que estará en el recuerdo de quienes aman la música, eternamente.

Acompañado de su guitarra y su voz impar, lúcido pensador, Yupanqui, escribió cientos de temas, muchos de los cuales, se han prendado para siempre en la memoria de la gente; entre los que se cuentan: “Los hermanos”, “Los ejes de mi carreta”, “El arriero”, “Viene clareando”, “Camino del indio”, “Chacarera de las piedras” y “Luna tucumana”.

En su recorrido por los caminos, llegó a cientos de ciudades de nuestro país y el exterior, recorrió escenarios de España, Alemania, Francia, Japón, y Latinoamérica. Llevando su música y su canto. Su poesía. A mediados de los 50, del siglo pasado, tocó con Edith Piaf en París, en una muy rememorada presentación.

También publicó varios libros como “El payador perseguido”, “Cerro Bayo”, “El canto del viento”.

Y tal como ilumina su poema “Destino del canto”, que dice: “Sí, la tierra señala a sus elegidos/ Y al llegar el final, tendrán su premio, nadie los nombrará/ Serán lo «anónimo»/ Pero ninguna tumba guardará su canto…”.

 

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