Región
BARKER, UN PUEBLO QUE ENFRENTA UNA MULTINACIONAL PARA IMPEDIR DESPIDOS
Un panorama complejo, los habitantes de Barker y su lucha con Loma Negra
El pequeño, en inferioridad de condiciones, enfrenta a un “gigante”. Como si se tratase de una fábula, ante ese panorama se encuentran por estas horas los habitantes de Barker, una localidad del partido de Benito Juárez, en el centro este de la provincia de Buenos Aires, a 400 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 60 km de Tandil y 200 km de Mar del Plata.
Tras haber finalizado el lunes la conciliación obligatoria, la comunidad se moviliza para buscar alternativas que impidan el cierre de Loma Negra, lo cual sería un impacto tan grande para el pueblo que lo dejaría prácticamente sin vida.
De 104 niños que concurren al Jardín de Villa Cacique, 50 dejarían de concurrir y de 75 que van al Jardín de Barker, 25 dejarán las aulas. De 388 socios del Club Social y Deportivo, 150 están vinculados a la empresa. De los 161 chicos que van a la Escuela 26, 44 dejarán de ir; mientras que de los 110 de la Escuela 19, 32 no asistirán más; y de 92 que concurren a la Escuela 18, 28 dejarán de ir. Del Jardín Zarini, de 340, 80 no irán más. De 33 Bomberos, 15 se quedarán sin trabajo. Del CEF 115, de 398 alumnos, 190 no irán más, de acuerdo con los datos publicados por el multimedios El Eco.
Anoche EL TIEMPO tomó contacto telefónico con Martín Isasmendi, el secretario general AOMA Barker, quien se refirió al estado de situación que tenían antes de la asamblea convocada por la asociación civil “Por mi pueblo”, de la que participarían referentes comunitarios y gremiales, el intendente de Benito Juárez Julio Marini y concejales.
El lunes venció la conciliación obligatoria que había dictado el Ministerio de Trabajo en el marco del paro que habían comenzado los trabajadores a raíz de que la empresa comunicó su decisión de no reponer más las vacantes que se fueran generando, a la vez que a no renovarle el contrato a 6 trabajadores que todavía no estaban en planta permanente.
“La empresa plantea que quiere echar el 13 de mayo a 99 trabajadores propios y no habla de los trabajadores mercerizados pero nosotros sabemos que, si echa 99 propios, echa a otros cien y pico tercerizados. Es una situación grave la que nos plantea la empresa pero que hasta ahora no ha efectivizado un solo despido; son puros despidos.
La idea de la empresa es que en Barker queden 40 o 50 trabajadores propios y veinte tercerizados. Ellos tienen un producto que se llama filer (piedra molida) que se le agrega como un aditivo al cemento; quieren dejar dos o tres obreros en la cantera, algunos en la molienda y alguien que embolsadora para que carguen trenes que vienen desde Vicente Casares, cerca de Cañuelas, para que se lleven la piedra molida. Eso hace que te agoten la cantera, un mineral no renovable, y eso el pueblo no lo va a permitir. Es preferible que cierren definitivamente a que queden 40 o 50 trabajadores”, indicó el sindicalista.
Cuando se le preguntó qué representa el eventual cierre de la planta, respondió apesadumbrado: “La muerte, literalmente. Nos transformaríamos en un pueblo fantasma”. “El pueblo se creó con la construcción de la fábrica. Construyeron la fábrica y a su vez, el pueblo, y la cárcel fue producto del cierre que ellos hicieron en 2001. La gente, organizada, fue en busca de alternativas laborales y consiguió que se construyera la unidad penitenciaria”, explicó.
Isasmendi afirmó que “este es un pueblo que tiene historia, que tiene convicciones, que está dispuesto a luchar. Es un pueblo que le va a dar batalla a Loma Negra para torcer esta decisión. Tenemos esperanza en poder lograrlo. Trabajamos para que el pueblo tenga conciencia y nos acompañe en esta lucha”.
“Aún cuando estemos con los telegramas en las manos, los vamos a prender fuego en una plaza y cocinaremos un asado con las brasas que generen esos telegramas. Si los trabajadores nos tenemos que quedar con la fábrica, ahí nos verán luchando. El pueblo está unido junto con el intendente y todos los concejales, sin importar el partido al que pertenezcan. Falta que se sumen los gobiernos provincial y nacional para que nos tiren una mano”, concluyó.