El mundo de las motos le da su adiós a Nélida «Nelly» Iglesias

Nació en Florida, Provincia de Buenos Aires, en 1928, lugar que la vio partir cientos de veces hacia una nueva aventura, hacia un nuevo encuentro con amigos y con moteros que se iban sumando y «adoptaban» a Nelly como madre del corazón o «motoabuela».

Nelly, la mujer que revisó todo en su interior para salir en la mañana detrás del sol, conoció a los 57 años el cielo, el aire y la lluvia.

Quedó viuda y a la vez quedó libre. Y no porque pasara mal su matrimonio, sino porque para apagar la tristeza de una pérdida irreparable, entregó alma, corazón y vida al mundo de las motos. Allí comenzó su recorrido en dos ruedas, con una Honda C90, y no paró más.

No la dejaron sentirse una mas. Tampoco la obligaron. No le pusieron límites y la seguían con respeto, confianza y mucho cariño.

Cuando Nelly llegó al mundo motero no abundaban las mujeres en el grupo grande. Sobraban los dedos de una mano. Eran 4 con la llegada de Nelly.

La moto, reconoce, le hizo conocer un montón de países, de lugares y de personas que de otra manera no hubiera podido: «Le tengo que agradecer toda mi vida y toda mi alegría al motociclismo» dijo Nelly en una entrevista.

Allí mismo, en una recorrida por su vida contó que desde joven o adolescente, se animó a todo. A los 16 logró su carnet profesional y salió manejando el camión de su padre en la empresa familiar de lechería. Se convertía en la primera mujer argentina en obtener licencia profesional.

Recordó que «antiguamente la mujer tenía que quedar recluida a estudiar corte y confección. Ahora estamos a la par del hombre, ahora peleamos los empleos, ahora queremos los mismos derechos. Hay que darle lugar a la mujer. Antes teníamos que estar con el trapo de piso. Yo fui una de las primeras que dio el puntapié acá. Imaginate en el año «44 ver una mujer manejando un camión: me miraban mal los automovilistas».

Eso fue en sus comienzos. En la 2da parte de su vida hasta que no le renovaron el carnet, su mundo fue «el de las motos, el de los moteros buena gente, buenas personas, humanos, solidarios, que hacen cientos de kilómetros por un rato de charla, ver mas motos y ser útil al prójimo», dijo cuando le preguntaron que había hallado al refugiarse en este nuevo mundo.

Cuando cumplió 90 años fue un festejo especial

Ella se convirtió en una suerte de referencia, un resumen del espíritu de la gesta. Su historia calificaba de inspiracional. Al menos así fue para Gustavo Napoli, cantante de La Renga quien halló en Nelly su fuente de inspiración para escribir «Motoralmaisangre», tema que fue incluido en el álbum «La esquina del infinito».

En el tema, exclama: «Revisá todo, en tu interior, para salir en la mañana detrás del sol y al ver que en la ruta hierve la sangre de tu pasión, busca el secreto que trae el viento, búscalo?». Habla de Nelly sin nombrarla.

Ghizzo alguna vez confesó: «A mí también me encantan las motos y me inspiró esa canción porque creo que para todos los motociclistas Nelly es un ejemplo de que nunca es tarde y es un ejemplo de espíritu, de libertad, de todo lo que involucra la motocicleta. Ella fue la inspiración para que yo haga este tema».

Cuando Nelly cumplió 90 años «La Renga» se lo cantó en vivo y pudo bailar junto a Ghizzo.

El último viaje

El pasado miércoles, a los 91 años partió de este mundo hacia el encuentro donde la aguarda el descanso eterno.

A nosotros nos dejó el mensaje de su empuje, de su lucha, que se puede disfrutar y servir. Pero sobre todo que «el mundo de las motos no es malo si cuidamos y sumamos mas gente buena», dijo alguna vez.

Nelly partió? y se oye un aplauso imaginario como en sus despedidas al partir de alguna de las tantas ciudades de América que visitó, incluida la nuestra.

Hasta siempre Nelly!

Fuente: Diario El Fenix Autor: (jcantero@elfenixdigital.com)