Provincia
En mitad de tabla: la producción ovina en Laprida se estima entre 20 y 30 mil cabezas
Lejos tanto de los grandes productores como de los que menos existencia ovina tienen en su territorio
Un informe realizado entre el INTA y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata ubica a dos distritos del sudoeste provincial en los primeros lugares en cantidad de existencias de cabezas, Patagones es el primeroy Coronel Pringles el segundo lugar. En el caso de Laprida podemos decir que se ubica en mitad de tabla, con una cifra que ronda entre los 20 y 30 mil cabezas de lanares y a nivel general se nota en toda la provincia un lento pero continuo repoblamiento en lo que fueron viejas zonas ovejeras.
Hay algunas claves para entender este resurgir de la actividad ovina en la zona donde hasta mediados de la década pasada la sangría lanar fue tan característica como la agriculturización. El escenario empezó a cambiar a partir de 2010, cuando finalizó una sequía que había comenzado un lustro antes. Así, mientras que fue desplazada por completo de las zonas agrícolas y en muchas geografías ganaderas, en los últimos años las ovejas empezaron a recuperar hectáreas en nuestros campos .
Si bien el ovino está tomando impulso en todo el territorio bonaerense, el fenómeno es más notorio en la parte centro-sur donde jugó un papel fundamental la implementación del Programa Prolana, un sistema de calidad de lanas impulsado desde el estado y que desde el año pasado se está implementando en Pringles a través del Centro de Acopio de Lanas que puso en funcionamiento una comparsa de esquila certificada por el programa nacional.
Esta herramienta brinda a los productores de lana de la zona mejores oportunidades para comercializar su producto ya que contar con una comparsa de esquila de estas características permite otorgar un valor diferencial a las lanas de los productores que opten por este sistema y es una gran oportunidad para los productores locales porque el sistema permite un control de todo el proceso y que al momento de la venta se logren mejores precios.
Otra de las principales causas de este proceso de resurgimiento lanar fue la implementación de la Ley Ovina que a través de sus créditos blandos motivó a quienes ya no tenían ovejas en sus campos a retomar la actividad y a aquellos productores que ya tenían su majada pudieran mejorar su producción.
En una nota publicada por ZonaCampo días atrás, dábamos cuenta de una nueva convocatoria desde el Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires para presentar proyectos productivos ovinos en el marco de la Ley Ovina Nacional 25.422. Los beneficiarios podrán acceder a créditos accesibles a partir de Aportes Reintegrables (AR) con una tasa de interés del 0%. Estos podrán ser devueltos hasta en 5 cuotas anuales, con hasta 2 años de gracia, presentando un proyecto productivo.
En esta nueva etapa, se priorizarán proyectos que alarguen la cadena de la producción agregando valor, incorporen tecnología de procesos, aumenten la carga animal por hectárea con desarrollos regenerativos del suelo, aumenten la demanda de mano de obra, o consistan en la puesta en valor o equipamientos de salas de faena; y en lo que respecta a proyectos prediales la retención y compra de vientres, modernización de instalaciones y la compra de reproductores de buena calidad genética.