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PRINGLES: PREOCUPACION POR UNA PERSONA QUE DISPARA A PERRAS EN CELO
El jueves mató a una de ellas. Asociación Proteccionista de Pringles realizó la denuncia.
La Asociación Proteccionista de Animales de Pringles (APAP) denunció que un hombre que le disparaba a perras en celo asesinó a un animal de un tiro en la cabeza.
El hecho ocurrió el jueves cuando un vecino se encontraba disparando por la calle 57 y 18, según publica el diario El Orden.
Aparentemente el hombre le pegó un tiro en la cabeza a una perrita que agonizó y no pudo ser salvada por los integrantes de la APAP que intervinieron.
Los proteccionistas realizaron la denuncia en la Estación de la Policía Comunal.
Según le afirmaron a El Orden, tuvieron que «dormir» a la perra porque la bala la había afectado neurológicamente y no había solución.
«Se la tuvo que dormir porque estaba agonizando desde la noche anterior [por el jueves]. Se quería parar y no podía, como tampoco no podía tomar agua sola. Estuvo todas esas horas sufriendo», explicaron.
Integrantes de APAP la llevaron a una veterinaria donde le quitaron la bala. El proyectil luego se llevó a la comisaría junto al informe veterinario, fotos y videos.
«Con la denuncia, este vecino se va a tener que cuidar un poco y no va a andar a los tiros matando a los perros como si nada», destacaron los proteccionistas.
La ley, sancionada en1954, pone en el mismo nivel los casos de maltrato (como negar bebida o comida) con hechos como provocar lesiones o la muerte de un animal.
En su primer artículo, esta ley reprime con prisión de 15 días a un año al que maltrate animales o los someta a actos de crueldad.
En el segundo, tipifica los actos de «maltrato»: no dar alimentos suficientes, provocar castigo y dolor, hacer trabajar en exceso o cuando el animal no se encuentre en buen estado físico, estimularlo con drogas sin fines terapéuticos, o usarlos para el tiro de vehículos que los excedan en fuerzas.
El artículo 3 menciona los actos de «crueldad»: practicar la vivisección con fines no científicos, mutilar cualquier parte del cuerpo, cirugías sin anestesia, experimentos y abandono posterior, muerte, tortura o sufrimiento innecesario, riñas y acciones de hostilidad.
La pena también consiste en que pague el tratamiento veterinario del animal y realice trabajos comunitarios en una protectora de perros durante un año.