Joven lapridense detenido por robo en un polirubro en Azul

La propietaria del local y su esposo lo habían identificado positivamente durante una diligencia ordenada en el marco de la instrucción de esta causa penal, iniciada después de que este hecho ocurriera el domingo anterior.

Un comercio que está en la calle Burgos, al lado del Club Vélez, se convirtió en el lugar donde este asalto se produjo. El autor del hecho portaba un arma blanca que utilizó para enfrentarse con la dueña del negocio y su esposo, quienes resultaron con lesiones leves cuando forcejearon con él.

Ese mismo día, el ahora imputado fue aprehendido. El ilícito había quedado registrado a través de las cámaras de seguridad instaladas en el polirrubros.

El acusado de un violento robo que el domingo que pasó se produjo en un comercio de esta ciudad y tuvo como víctimas a la propietaria del negocio y su marido, quienes se enfrentaron con un sujeto que portaba un arma blanca, fue reconocido como el autor de ese ilícito.

Así fue informado a EL TIEMPO por voceros allegados a la causa penal que por ese hecho se está instruyendo, un sumario que se tramita desde la UFI 6 que en los Tribunales de Azul está a cargo de la fiscal Karina Gennuso.

“Una rueda de identificación al imputado dio positivo; y también fue reconocido uno de los objetos incautados en el allanamiento que se había llevado a cabo después de que resultara aprehendido”, se informó a EL TIEMPO con relación a esta investigación penal.

Ese mismo domingo que pasó en que este robo se produjo en un polirrubros situado al lado del Club Vélez Sársfield, en Burgos entre Amado Diab y Corrientes, horas más tarde el ahora acusado de haber cometido ese asalto fue arrestado por personal policial.

Con actual domicilio en la ciudad de Laprida y de 19 años de edad, había sido identificado como Dylan Albo Carrizo, quien permanece detenido acusado del delito de robo agravado por el uso de arma.

Un inmueble situado sobre la calle Burgos, a pocas cuadras del comercio convertido en escenario de este asalto, había sido el lugar donde el joven resultó aprehendido.

La medida cautelar, en horas de la tarde del domingo anterior, la llevaron a cabo policías.

Además, contando con una orden dispuesta por Magdalena Forbes -la titular del Juzgado de Garantías número 1 con sede en Tribunales- fue allanado el lugar donde el joven había sido arrestado: una pieza que junto a su pareja alquilaba en un complejo habitacional situado en Burgos y Lamadrid de este medio.

Ese procedimiento había sido ordenado en la búsqueda del arma blanca que fuera empleada durante el asalto en el comercio. También, para recuperar diferentes elementos sustraídos en el marco de lo que había sido aquel robo, un hecho ocurrido poco antes de la hora 13 de ese ya referido domingo 17 de noviembre pasado.

Filmaciones

Hacia Albo Carrizo como el principal sospechado de haber cometido el robo en el polirrubros se había llegado contando también con las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en el negocio.

A través de esas filmaciones fue posible identificarlo claramente, después de que en esos registros podía observarse también la manera en que este robo fue cometido.

Una vez que el autor de este ilícito ingresó al comercio, lo primero que hizo fue dirigirse hasta la parte de atrás de un mostrador y decirle a Esmeralda Siebenhaar, la dueña del local, que venía a cometer un asalto.

En ese entonces portaba un arma blanca que -según la víctima señaló en diálogo con este diario- parecía una faca; aunque en la resolución que dispuso el allanamiento había sido ordenado que se secuestrara un cuchillo “tipo serrucho”.

La comerciante, durante el robo, resultó lesionada en uno de los dedos de sus manos, cuando el asaltante la agredió con el arma blanca que portaba en medio de un forcejeo que se produjo entre ambos.

Toda esa escena, en la parte trasera del local, la observó a través del circuito cerrado de cámaras de seguridad el esposo de Siebenhaar, llamado Jorge Piñero, quien inmediatamente acudió a auxiliar a su mujer.

En esas circunstancias, una vez que ingresó al negocio desde la parte trasera del inmueble, el hombre también forcejeó con el ladrón, ocasión en la cual sufrió algunas excoriaciones.

El delincuente logró huir tras romper de una patada un exhibidor de vidrio, de cuyo interior sustrajo relojes y un teléfono celular.

Los dueños del local salieron a perseguirlo, aunque en ese momento no lograron retenerlo, ya que se dio a la fuga corriendo por la calle Amado Diab.

Instantes más tarde, cuando la comerciante accionó un botón antipánico que posee en su negocio, se hizo presente personal policial y se iniciaron las primeras averiguaciones en torno a lo sucedido.

Las ya mencionadas imágenes que quedaron grabadas a través de las cámaras de seguridad y otros elementos reunidos en ese primer momento sirvieron para que ese mismo domingo el joven fuera arrestado en la pieza de ese complejo donde actualmente estaba residiendo con su pareja.

Al día siguiente, después de que lo trasladaron a Tribunales para ser indagado, su aprehensión fue convertida en detención. Y el viernes que pasó se llevó a cabo esa rueda de personas donde las víctimas lo identificaron como el autor de este violento asalto.

Cuando la aprehensión del imputado fue convertida en detención, en la resolución donde le dictó esa medida de coerción la jueza de Garantías Magdalena Forbes hizo alusión a “la actitud beligerante y violenta” que tuvo “frente a las víctimas del hecho”, teniendo en cuenta que a Siebenhaar “llegó a lesionarla” y que con el esposo de la comerciante “mantuvo una gresca física, de acuerdo a lo que surge de las capturas de pantalla de los registros fílmicos del lugar”.

Fuente: www.diarioeltiempo.com.ar