Politica

El rol de las juventudes en el desarrollo productivo de la Provincia de Buenos Aires

Reestructuración del Movimiento Nacional Justicialista.

Por Martina GenovartDirectora de Juventudes del Senado Bonaerense, y Francisco Pérez MendiorozCoordinador de Región Interior de la Dirección de Juventudes del Senado Bonaerense.

Las políticas de juventudes han ocupado un rol central en la reestructuración de nuestro Movimiento Nacional Justicialista. La imperiosa necesidad de conjugar la representatividad  política  del  interior  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires,  con  las demandas y problemáticas de los y las jóvenes que habitan el suelo bonaerense, es una responsabilidad generacional que debemos  saldar quienes  estamos  abocados  a la construcción de una Provincia con más igualdad de oportunidades para todos y todas.

Repensar las representaciones políticas, las nuevas redefiniciones conexas entre el concepto de “la cosa pública” y la reconfiguración de un nuevo paradigma de construcción política, nos ubicará de manera cualitativa en la dirección correcta para alcanzar una planificación más interpretativa del escenario en el cual nos encontramos las y los jóvenes de la Provincia de Buenos Aires.

Históricamente, se dejó entrever que los y las jóvenes somos receptores pasivos de los procesos de vinculación y formación política, derribar esos muros que nos impiden ver la propia realidad condensaba un aporte sustancial para que seamos nosotros  y  nosotras  quienes  formemos  parte  de  un  sector  social  decisivo  en  la construcción de una nueva idiosincrasia e intervengamos en los procesos sociales, culturales y políticos que dejan al descubierto el contexto que atravesamos. La política argentina desata sus riendas en el adultocentrismo como parámetro de lo correcto; ignorando, por acción u omisión, las subjetividades de las juventudes y el protagonismo preponderante que venimos a tomar para fundar una política pública que de respuestas no sólo a las demandas de nuestros compatriotas, sino también a un imperativo moral: el desarrollo de un nuevo modelo productivo.

Actualmente, en la Provincia de Buenos Aires rige una normativa de hace años, que exige la edad de 22 años para ser diputado o diputada y 25 para ser edil en los diferentes municipios de nuestro territorio, ignorando las profundas transformaciones que se suscitaron en la política. En ese escenario, los y las bonaerenses tenemos una deuda histórica con las juventudes, que en definitiva radica en propiciar ámbitos y lugares de discusión para que puedan ser la voz que represente a un conjunto de jóvenes.

De 135 distritos en la extensión bonaerense, sólo 99 tienen Dirección de Juventud o áreas específicas que se encarguen de llevar adelante una sistematización de datos, documentos y acciones concretas destinadas a las juventudes. De esas 99, la gran mayoría se encuentra en un área integrada por varias disciplinas afines; afirmación que deja entrever la imposibilidad de autonomía y decisión en determinados municipios.

Por su parte, el Senado Bonaerense ha brindado un aporte sustancial, producto de la decisión política de la Vicegobernadora, Verónica Magario: la creación de un área que se encargue específicamente de las políticas e iniciativas legislativas desde y para las juventudes; marcando, de esa manera, un hito sin precedentes en la Legislatura Bonaerense.

Es necesario que los y las jóvenes seamos garantes de la elaboración de las políticas públicas con un correlato en las inmediaciones de los gobiernos locales, provinciales y nacionales. Dentro de esa planificación, con una fuerte perspectiva de arraigo, las juventudes entendemos que el desarraigo, provocado por la consolidación de la carencia de oportunidades, afecta principalmente a los jóvenes que tienen que optar por un horizonte de desarrollo en zonas lejanas a sus lugares de origen. Por ello, es clave el rol central de los gobiernos locales con una coparticipación y transferencia de recursos en clave arraigo donde la planificación de políticas joven sean la columna vertebral de nuestro proyecto político.

Trabajando distrital, seccional y regionalmente encontraremos la metodología de acción que contribuirá al crecimiento de los factores que hoy tenemos debilitados y en despojo, como son la industria local y agroindustrial, los ferrocarriles argentinos y los trenes que no llegan, el turismo regional, la conectividad digital, la producción local de alimentos, la infraestructura básica y los servicios públicos, las carreras terciarias y  universitarias.  Las  políticas  públicas  ejecutadas  y  diseñadas  deberán  contar  con perspectiva de arraigo en su implementación y aplicación, focalizando cada una de las particularidades de nuestros municipios, profundizando la articulación de la diversidad  territorial  para  crecer  en  términos  de  independencia,  empleo  y  formación,  e  incorporando a la sociedad a la escena de una nueva etapa donde, por decisión política,  se brindan respuestas tangibles con intención de incentivar las economías locales y  regionales.

Las y los jóvenes tenemos una enorme tarea en nuestras manos: repensar, de una vez y para siempre, a la Provincia de Buenos Aires en clave joven y que seamos nosotros y nosotras quienes nos pongamos al hombro la epopeya de ser constructores de nuestro propio destino con una mirada superadora e integral de nuestra Provincia, tal como nos encomendó Verónica Magario.

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