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Diez frigoríficos dejaron de operar y podría complicar el abastecimiento de carne
La paralización del sector tiene que ver con el freno de las exportaciones y el miedo al contagio por parte de los trabajadores.
Diez plantas frigoríficas de distintos puntos del país decidieron no operar durante esta semana lo que podría complicar el abastecimiento de carne vacuna en épocas de emergencia sanitaria por el coronavirus, según la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (Cadif),
El cierre de las plantas fue de forma voluntaria por la incertidumbre del sector debido a la paralización de las exportaciones, el miedo al contagio de Covid-19 entre los empleados y el problema de los cueros que no saben qué hacer con ese subproducto ya que las curtiembres no los pasan a retirarlos.
Hay 7 plantas que permanecerán cerradas. Ellas son: Arrebeef; Friar Nelson (Cerrado por un empleado que dio positivo de coronavirus); Frigorífico Alberdi, La Anónima (Speluzzi), Carnes Pampeanas; Swift Venado Tuerto y la Cooperativa de Trabajo SUBPGA.
Y hay otras tres que estuvieron cerradas pero retomarían la faena normalmente en las próximas horas, como Rioplatense, Rafaela Alimentos y Black Bamboo.
Sin embargo, desde el consorcio de Frigoríficos Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), cámara que nuclea a varios de los frigoríficos citados, informaron en un comunicado la normal actividad en sus plantas asociadas y el seguro abastecimiento del mercado doméstico.
En relación a la faena y comercialización de productos cárnicos, desde ABC prevén una actividad normal para todo el mes de abril con un marcado incremento participativo en el mercado doméstico. Esto se debe a los compromisos asumidos de abastecimiento local y la sensible disminución en los últimos meses de las exportaciones cárnicas
En este sentido, desde la Cadif, que nuclea a la mayoría de las plantas faenadoras ubicadas en Buenos Aires, remarcaron que antes de conocerse esas paralizaciones voluntarias, ya resultaba difícil mantener altos los ánimos del personal excluido de la cuarentena. Por eso, pidieron protocolos ante la aparición de casos de Covid-19.
En paralelo, a la industria frigorífica se le suma el problema de los cueros, que desde la semana pasada las curtiembres dejaron de recibir el subproducto.
El inconveniente comenzó desde la emergencia sanitaria en la cual las curtiembres dejaron de recolectar los cueros. Luego, fueron exceptuados por el Gobierno para que puedan circular pero igualmente no están comprando al mismo ritmo porque argumentan que no tienen mercado para venderlo.
Así, los frigoríficos sin poder usar las cámaras de frío para su conservación por razones sanitarias y sin provisión de sal (elemento imprescindible para preservarlo, no disponible en el mercado por el aislamiento), la generación adicional de cueros derivó en un problema operativo grave para las plantas frigoríficas generando costos adicionales que repercuten en el precio de la carne en los mostradores.
Desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria ( Senasa) ordenó a las curtiembres que deben retirar desde este lunes el cuero proveniente de la faena. De no obedecer esta orden, se «tomarán las medidas correspondientes para hacer retomar a los canales normales», así lo dispuso el organismo mediante una nota firmada por el titular, Carlos Paz.
Sin embargo, desde Cadif señalaron que «todos los esfuerzos en este sentido, han tenido hasta la fecha resultados parciales. Muchas plantas continúan sin destino para los cueros de las faenas diarias».
Justamente, hoy se conoció la medida del Gobierno que estableció que la industria frigorífica de carne bovina deberá informar semanalmente la cantidad de kilos de media res y cueros vendidos diariamente y sus respectivos precios promedio, los cuales se difundirán al público.
(Fuente: Clarín)