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Para “visitar” Cuarentena por coronavirus: Salamone, el arquitecto que sembró la Provincia con construcciones monumentales

En los cuatro años que van de 1936 a 1940 realizó más de 60 obras en el sudoeste bonaerense. Su trabajo aún causa impacto y él se transformó en un mito de la arquitectura local.

En los primeros minutos del día de hoy, nos vimos sorprendidos por la publicación en la edición digital de Clarin de  un artículo a través del cual se invita a través de su titular visitar las obras del Arquitecto Francisco Salamone en el centro sur de la provincia de Buenos Aires. 

«Para visitar, Cuarentena por coronavirus: Salamone , el arquitecto que sembró la Provincia con construcciones monumentales» deja como titular este artículo que tiene imágenes de diferentes obras del sudoeste provincial y entre las cuales no aparece ninguna de nuestro distrito.

«Para visitar….» justo en un momento donde la pandemia esta marcando sus índices más comprometidos en los grandes centros urbanos y llegar a ciudades donde prácticamente en la mayoría de las ciudades donde están estas obras no ha habido casos y con el turismo cerrado parece sonar extrano, con el turismo cerrado y en ese escenario incluye servicios de transporte, hoteles, espacios culturales, por citar algo de lo que hoy no tiene actividad en todo el país». 

En el inicio del artículo presentado en el día de hoy en este medio nacional se dice «Por qué te lo recomendamos. Construyó edificaciones monumentales, de estilo tan inclasificable como impactante, en poblados escasamente poblados en su época. Con los años, este arquitecto e ingeniero se transformó en mito: el hombre que entre 1936 y 1940 levantó más de 60 obras en la Provincia de Buenos Aires

Para luego hacer mención a datos personales y de la obra de Francisco Salamone como también del contexto social y político en el cual se desarrollo la construcción de estas obras

Entre las obras menciona «Las municipalidades y los mataderos de Coronel Pringles, Guaminí y Salliqueló; las municipalidades de Laprida, Alberti, Coronel Pringles, Guaminí, Carhué; y los cementerios de Laprida -con un monumental Cristo de 33 metros-, Saldungaray y Azul, entre sus obras. En los edificios de gestión comunal, siempre, una torre que superaba al campanario de la iglesia con un reloj: la hora oficial»
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