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Nueva Ley de Maltrato Animal: ¿por qué marcharon en contra las agrupaciones gauchas de la zona?

La modificación de la ley 14.346 tiene en vilo a los grupos tradicionalistas. Según alegan, la nueva norma que discute el Congreso provocaría la desaparición de las jineteadas y los concursos de rienda.

Agrupaciones gauchas de la región marcharon durante el fin de semana para reclamar que no avance la modificación de la Ley de Maltrato Animal (14.346), dado que ello implicaría, según entienden, la desaparición de las jineteadas y las pruebas de rienda.

En adhesión a la convocatoria nacional, hubo manifestaciones en Coronel Suárez, Coronel Pringles y Pigüé, entre otras ciudades de la zona. El pedido fue unánime: que no sean considerados casos de maltrato las prácticas ligadas a la tradición, como los festivales de doma.

El proyecto de ley definitivo se debatió durante meses, en distintas comisiones y plenarios del Congreso de la Nación, hasta que finalmente obtuvo dictamen en Diputados. Sin embargo, no conforma a las entidades proteccionistas de animales ni a los hombres de campo.

“No es que se busca prohibir la jineteada en sí misma, pero según este nuevo proyecto buscan subir las penas o multas si sucede algún accidente en este tipo de festivales. Esto implicaría que se haga prácticamente imposible hacerlos”, explicó Pablo González, uno de los participantes de la concentración que tuvo lugar en Coronel Pringles.

El punto que inquieta a los tradicionalistas es el artículo 5º del nuevo proyecto de ley, que dispone penas de 1 a 5 años de cárcel, más una multa, a quienes sometan a animales a malos tratos, jornadas de esfuerzo excesivas, tareas inapropiadas o empleo en trabajos cuando no se hallen en estado físico adecuado, y esto provoque “una debilitación permanente en su salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro, una dificultad física o deformación permanente en su cuerpo”.

«Si un caballo se rompe una pierna en una jineteada, por accidente, este proyecto permitiría que alguno considere que fue sometido a una tarea inapropiada que le terminó causando una debilitación o deformación permanente», explicaron referentes del sector.

Pablo González.

 

En esa ciudad marcharon no sólo personas a caballo, sino también ciclistas, automovilistas y peatones. La movilización comenzó en el Boulevard 0 y avenida 25 de Mayo, y terminó en el ingreso a la ciudad.

“Los caballos que se utilizan para las jineteadas viven mucho más incluso que los que se utilizan para otros deportes -agregó González-. En Pringles hay más de 12 tropillas y cualquiera puede ver cómo se cuida los animales”.

En Coronel Suárez la concentración de agrupaciones gauchas, productores y organizadores de eventos tradicionalistas tuvo lugar en el playón del ferrocarril. Allí firmaron un petitorio que será elevado al Concejo Deliberante y, posteriormente, a las legislaturas provincial y nacional.

En el documento se estipula que no toda utilización del caballo conlleva violencia, y solicita reglamentar a la jineteada como un deporte.

Mario Baleman, organizador y periodista de eventos tradicionalistas, señaló que para modificar la ley 14.346 es vital “tener en cuenta la opinión de las instituciones gauchas” y no sólo a los proteccionistas de animales.

“Nosotros siempre vamos a estar a favor de penar el maltrato animal porque somos gente de campo que quiere a los animales. Por ello, por ejemplo, ya se están modificando los materiales de las espuelas para las domas. Sin embargo, no queremos perder nuestras tradiciones. La Patria se hizo a caballo”, sostuvo.

El petitorio también exige un debate más abarcativo del proyecto de modificación de la ley, sin generalizar sobre categorías y especies animales.

El presidente de la Sociedad Rural de Huanguelén, Juan Cruz Arrachea, pidió que el proyecto de ley sea modificado “porque afecta a muchas actividades productivas, como las ferias, los feed lot o los ordeñes de los tambos”.

“Las penas que supone son el doble del maltrato a los humanos”, señaló.

En Pigüé la movilización se inició en la plazoleta de Casey y Primera Conscripción, pasó por el centro de la ciudad y terminó en el parque municipal. El lema fue “preservemos las tradiciones y evitemos la prohibición de las jinetadas”, y se firmó un petitorio para que “el gaucho y sus tradiciones sean declarados patrimonio nacional”.

Qué dice la ley en la actualidad

1) La ley 14.346 fue sancionada en 1954 y consta apenas de 3 artículos (más un cuarto de forma).

2) El primero establece que recibirá entre 15 días y un año de prisión quien inflingiera “malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales”.

3) La norma entiende por malos tratos no alimentar a los animales domésticos o cautivos, azuzarlos de forma que el simple estímulo se transforme en castigo doloroso, hacerlos trabajar sin descanso o sin que estén en estado físico adecuado, estimularlos con drogas sin fines terapéuticos o emplearlos en el tiro de vehículos “que excedan notoriamente sus fuerzas”.

4) En cuanto a los actos de crueldad, se considera como tales a practicar la vivisección sin fines científicos, mutilarlos sin fines de “mejoramiento, marcación o higiene”, intervenirlos quirúrgicamente sin anestesia o sin poseer el título de médico veterinario (salvo que la urgencia lo demande), someterlos a experimentos innecesarios, abandonarlos a sus medios tras ser utilizados en experimentos aceptados, causar la muerte de hembras embarazadas (salvo excepciones), lastimarlos intencionalmente, torturarlos o causarles sufrimientos innecesarios, matarlos por “perversidad” y “realizar actos públicos o privados de riñas de animales, corridas de toros, novilladas y parodias, en que se mate, hiera u hostilice a los animales”.

Las principales modificaciones que se impulsan

1) La nueva ley tendría 13 artículos (más uno de forma) y elevaría sensiblemente la sanciones previstas para los infractores, que serían las siguientes:

     1a) De un mes a 2 años de prisión, más multas: a quienes maltraten animales.

     2a) De 2 meses a 4 años de prisión, más multa, para quienes cometan “actos de crueldad”.

     3a) De 1 a 5 años de cárcel, más multa, a quien torture, mutile o abuse sexualmente de un animal. Las mismas penas le corresponderá a quienes sometan a animales a malos tratos, jornadas de esfuerzo excesivas, tareas inapropiadas o empleo en trabajos cuando no se hallen en estado físico adecuado, y esto provoque “una debilitación permanente en su salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro, una dificultad física o deformación permanente en su cuerpo”.

     4a) De 2 a 6 años de cárcel y multa, a quien “causare la muerte de un animal infringiendo malos tratos, haciéndolo víctima de actos de crueldad o por sólo espíritu de perversidad.”

2) Además de sancionar la acción de “no alimentar”, la nueva ley pena también la de “no hidratar” a los animales domésticos o cautivos. Eso sí: permite excepciones autorizadas “por la autoridad competente” o en casos de “riesgo en la salud o emergencia climática”.

3) Considera que es maltrato “no brindarles asistencia sanitaria y/o veterinaria adecuada cuando se encuentren a su cuidado, siempre que manifestaren signos evidentes de necesidad de la misma”.

4) Es maltrato, además, “restringir su movimiento (el de un animal) en forma permanente en lugares que, por su dimensión y exposición a frío o calor extremo, pongan en riesgo su salud”. Por ejemplo, atarlos a la intemperie o confinarlos a espacios muy reducidos.

5) La acción de abandonar a un animal es considerada maltrato si, de esta forma, se coloca al animal “en situación de desamparo, falto de higiene, alimentación o salud manifiesta”.

6) Otro aspecto importante: el nuevo proyecto estipula que será penada la acción de “criar, hibridar, adiestrar o realizar cualquier manipulación genética de animales con el propósito de aumentar su peligrosidad”.

7) Utilizarlos para espectáculos de circo equivaldrá automáticamente a maltratarlos.

8) Finalmente, un cambio importante es que se prohibirá “en los centros urbanos de todo el territorio nacional el transporte mediante tracción a sangre animal”. Para lograr esta adecuación, las autoridades “deberán incluir una metodología para brindarle otro medio de transporte en su reemplazo y garantizar el traslado del animal a un hábitat saludable”.

Fuente: lanueva.com

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